Pequeñas imágenes en las que ya no haces clic, accesos directos a momentos o lugares a los que nunca has vuelto. Hay en tu escritorio un montón de elementos sin ordenar, todos lanzados sobre el tapiz que elegiste algún día, porque te gustaba mucho, pero que ahora estás cansado de mirar. Algunos son rutas a carpetas que disponen lo que fue otro orden en tu vida, que se clasificaron con una lógica que ahora no llegas a comprender y que has simplificado. Y junto a ellos hay una papelera de reciclaje que almacena olvidos que sueñan con la restauración. Hay elementos sin usar en tu escritorio y te proponemos con un pequeño mensaje: que los abandones en ese lugar que nadie sabe dónde está y del que nunca volverán.