Ya no tengo edad

Imagina por un momento que te dan la oportunidad de quedar contigo mismo. Pero con un contigo del futuro. Imagina ahora que estás sentado en un parque, en una mañana soleada, con aire fresco y a tu lado te sientas tú. Pero eres un tú con muchos años más. Vale, es un poco borgiano, pero imagina que tu yo del presente puede escuchar a tu yo del futuro.

Imagina entonces que descubres que has cambiado, y has cambiado mucho. Te oyes decir que estás de vuelta de todo. Estás constantemente triste por cualquier excusa a la que te aferras sólidamente. Hablas mal del gobierno, de los partidos políticos, te dices, en definitiva, que ya no tienes ideales, que hubo un tiempo en que sí, pero que la vida te ha enseñado que todo es mentira. Te dices con vehemencia que no mereció la pena trabajar tanto, tantas horas, restándote tiempo para lo que te apetecía para luego nada. Te cuentas cómo fuiste perdiendo a tus amigos porque dejasteis de veros, porque sin entenderlo del todo hubo una época en la que ya cada uno fue por su cuenta, que pasasteis de veros en todas las fiestas a veros en los pocos momentos que hubo para solo cruzar frases enciclopédicas de la ocasión.

Imagina que te dices que ya te da igual que el día esté soleado, con aire fresco o sin él, porque ya no sueles viajar. Imagina que te dices cómo de una forma abrumadora dejaste de hacer esas pequeñas cosas que te gustaban, porque pasaste con ellas de la pereza al olvido, para terminar en nostalgia por lo que recuerdas te hacía sonreír. Te cuentas con media sonrisa que ya nunca haces esas tonterías delante de todo el mundo, que ya no te subes en los bancos del parque, que ya no cantas por las noches en las calles, que ya no bailas sin pudor aunque no sepas, que ya no juegas con muñecos, que nunca te disfrazas, que hace mucho tiempo que no le dices a quien te gusta y no lo sabe que te gusta y no lo sabe. Te dices, ya sin sonrisa ninguna, que dejaste de hacer casi todo por una ley conocida como el ya no tengo edad.

Imagina por un momento que te dan la oportunidad de quedar contigo mismo. Imagina que estás de acuerdo contigo mismo. Imagina que, en realidad, estás solo en un banco del parque.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s