Fueron sus palabras:
sobre todas las cosas.
No sus gestos,
no sus modos ni maneras.
Fueron sus palabras:
sus versos en tinta
sus ojos en lápiz
sus manos en un papel
posado alevoso en mi pupitre.
Fue el adverbio lengua
y la saliva el verbo.
Fue el amor la poesía
fue lo escrito lo dicho
mejor mil veces que pronunciado.