Me dejó aterrizar la mano en su costado.
Bailamos.
No importó que estuviéramos
en medio de una Avenida,
ni que lloviera,
ni siquiera que no sonara música.
No importó el pasado.
Me dejó aterrizar mi vida en su costado.
Bailamos
No importaron las historias interminables
de desamores ya remotos,
Ni que nadie lo diría de vosotros
Ni que no pegáramos nada.
Me dejó aterrizar sobre ella sin cinturón de seguridad.
Vivimos.