Si en vez de declarar gastos e ingresos declaráramos besos dados y recibidos, estaríamos más cerca de saber si nos sale favorable o no la felicidad.
"Bienvenido a mi casa. Entre libremente por su propia voluntad. Deje parte de la felicidad que trae."
Si en vez de declarar gastos e ingresos declaráramos besos dados y recibidos, estaríamos más cerca de saber si nos sale favorable o no la felicidad.