– ¿Tienes ganas?
– No. Necesidad.
"Bienvenido a mi casa. Entre libremente por su propia voluntad. Deje parte de la felicidad que trae."
– ¿Tienes ganas?
– No. Necesidad.
Apareces y suena una canción
Reapareces, bailamos y la hacemos nuestra.
Desapareces y encienden las luces.
Y todo es serrín en el suelo y vasos apilados.
Una noche más doblaba turno. Anodino y triste era su trabajo, monótona e inane su vida.
Excepto los martes. Coincidía con ella en el autobús.
No quiero dormir bien. Quiero que me asaltes en un sueño interminable, finito solo con un despertar de besos, que son lo que tenían que haber sido antes de acostarme.
Cuanto más nos vemos, más te echo de menos.
Cuantos más besos, más falta me hacen.
Cuantos más mensajes, más largo silencio.
Y así.
A veces es que el futuro susurra mientras el pasado te grita.
Pero siempre hay un después para un antes.
Porque el lugar eres tú.
Y el viaje es el nosotros.
El amor no correspondido merece el respeto del inocente condenado.
No fue culpa suya y carga con la pena.
Cuando quieres, lo dices.
Cuando lo dices, quieres.
Solo hace falta quererse…
… y cuidarse, llamarse todos los días, tener detalles, besarse como la primera vez, sorprenderse, ayudarse, comprenderse, tocarse, entenderse, escuchar, aconsejar, hablar, bailar, salir, compartir el sofa, acompañarse, soñarse, abrazarse, aprenderse, recorrerse, regalarse, recordar ese momento, crear esos momentos, vivir esos momentos,
… y quererse.