Y, de pronto, todo empieza a encajar.
Y justo después te das cuenta de que no ha sido de pronto. Que es el resultado de muchos, muchos momentos juntos.
"Bienvenido a mi casa. Entre libremente por su propia voluntad. Deje parte de la felicidad que trae."
Y, de pronto, todo empieza a encajar.
Y justo después te das cuenta de que no ha sido de pronto. Que es el resultado de muchos, muchos momentos juntos.
Aquel tiempo de lluvias, desmemoriados lamentos, momentos de un pasado pasado, remotos quejidos que rompieron silencios.
Que aquel tiempo no vuelva. Reste en paz para siempre. Quizá olvide, quizá alerte, pero no te presentes en el presente.
Aquel tiempo del impar deslucido por vacío.
No quiero dormir bien. Quiero que me asaltes en un sueño interminable, finito solo con un despertar de besos, que son lo que tenían que haber sido antes de acostarme.
Un faisán sin amor es un arroz.
Una mansión sin besos es una cárcel.
Un viaje sin tu compañía es un traslado.
Tu cuerpo sin vestidos es mi moda.
Y decidieron ininterrumpirse.
Todo serían sinfines y entre tantos.
Todo duraría un eternamente mientras.
Todo sería un largo durante.
Siguen besándose.
Cuanto más nos vemos, más te echo de menos.
Cuantos más besos, más falta me hacen.
Cuantos más mensajes, más largo silencio.
Y así.
Todo el que sufre,
ama, llora, rie, espera,
corre, grita…
viven y sienten la poesía.
Luego algunos elegidos
por musas ya adorables
ya insistentes
se atreven a escribirla.
La poesía va mucho más allá
de los poetas o pretendientes del verso.
A nadie debe pertenecer.
A todos da la vida.
Pensar
en tus besos
a veces
duele.
Encontrarme
en tu boca
siempre
cura.
Cae la niebla
de abrazos no dados,
sentientes sin existir
siquiera.
Cae la lluvia
de amores no declarados,
en los parques vacíos
y cerrados.
Cae la tormenta
de las vidas soñadas,
despiertas al nacer
trasnochadas.
Ese día infinito
de las almas que se esperan,
con sus noches desiertas.
Esos silencios longevos
que desviven las horas,
sucesos de nada a quien decir.
Esa espiral de espacios
vacíos, profundos y oscuros,
cuevas con nadie a quien besar.
Esas noches insomnes
de sueños, pasillos y habitaciones
que son desiertos y destierros.