Que algunas veces te vistes de aeropuerto,
de prisas, de nervios, de besos
tristes o apasionados, pero
en ningún momento habituales,
y siempre con esa odiosa sensación
f u g a z.
Otras hueles a estación de tren
sofocante, calurosa, abrumada
por verbos y nombres multiplicándose
a tu lado, en un arcén donde los codos
de la duda no te dejan
a.v.a.n.z.a.r
Pero las más de las veces sabes a gasolinera:
nunca estás cuando te necesito
(o me obligas a tomar un cambio de sentido)
y donde, por un poco más de lo que pago,
puedo llevarme un verso prefabricado,
una antología, un best-seller quizá.
!!!!!!!!!!!!