Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
Ángel González.
Dicen que tenía en una caja todo aquello que apreciaba rozando la locura, todo su conocimiento, todas sus vivencias. Dicen que la guardaba, cuidadosamente, para que nadie la encontrara, por ser su mayor tesoro.
Siempre andaba hablando de aquella caja y todo lo que ocultaba, lo que había dentro, lo que iba acumulando con los años.
Con el paso del tiempo, todo el mundo quería conocer su interior, curiosos, inquietos. Todos pensaban que si la tuvieran podrían tener todas esas vivencias, todo ese conocimiento. Pero jamás les dejó acercarse.
Cuando murió corrieron a abrirla, ansiosos por sentir en persona y poder tocar todas esas cosas que siempre habían escuchado de su boca. Por fin.
Se encontraron un papel en el que había escrita una palabra: vosotros.